Cuando hablamos de tejidos nos referimos al planchado de cortinas, ropa de cama, sábanas, fundas o prendas de vestir. Sabemos que esta no es siempre una tarea fácil y la mayoría de las veces es una actividad para los profesionales del planchado. De acuerdo al tipo de tejido de que se trate, la temperatura de la plancha cambia, al igual que la forma de planchado.
Por ello, para sacar el mayor provecho a nuestra plancha y lograr los mejores resultados con el planchado de los distintos tipos de tejidos, aquí van algunos datos a tener en cuenta:
Comencemos por el nylon y las fibras acrílicas: la plancha debe estar a temperatura media o baja, templada. La forma de planchar es dando pequeñas y pocas pasadas sobre el tejido. A más temperatura menos pasadas.
Si vamos a planchar textiles de algodón o lino, por el contrario, la plancha debe estar caliente y utilizaremos un rociador con agua o apresto para humedecer la prenda y ayudar a quitar las arrugas.
La seda es un textil muy delicado que se plancha del lado revés para evitar que quede con brillo la tela. La plancha debe estar tibia y debemos dar una pasada rápida a la prenda, pudiendo ayudarnos con un poco de rociador también.
El planchado del rayón es similar al nylon. Plancha a temperatura media o baja, con pasadas ligeras y suaves.
El poliéster también se plancha con pocas pasadas a temperatura media.
Las prendas y textiles de lana, cachemir, alpaca y similares, se planchan con la plancha a una temperatura caliente utilizando vapor si consideramos necesario, y dando pasadas más o menos rápidas.
Una vez visto como debemos de tratar cada una de nuestros tejidos según el tipo que sea, hay que recordar que en los casos en los que sea realmente complicada su labor, existen profesionales que prestan un servicio de planchado a domicilio y a un muy buen precio.
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